A partir del pasado 19 de febrero, EEUU retomó la atención de los solicitantes de asilo devueltos al vecino país bajo el programa MPP, y Biden ha prometido recursos para revitalizar la economía en Centroamérica con el objetivo de atajar una de las causas de la migración.
La conversación entre ambos líderes tendrá lugar días después de que Biden presentase su ambiciosa propuesta de reforma migratoria en EEUU que deberá ser debatida en el Congreso.
Entre sus principales cuestiones, figuran abrir un proceso de ocho años para que los 11 millones de indocumentados del país puedan lograr la ciudadanía, así como otorgar una residencia legal inmediata para los inmigrantes sin papeles que llegaron al país de niños, conocidos como “soñadores”, los beneficiarios del TPS y los trabajadores agrícolas.
Este es el intento más ambicioso de impulsar una reforma migratoria desde 2013, cuando el proyecto de ley impulsado por el entonces presidente Barack Obama, con Biden como vicepresidente, naufragó en la Cámara de Representantes pese a haber conseguido la aprobación del Senado.
Por su parte, el pasado sábado, el presidente mexicano anunció que planteará en la reunión virtual un acuerdo para que los trabajadores puedan migrar a ese país de forma legal.
“Si hay quienes quieran, no por necesidad sino para ir a buscarse la vida a otras partes, ir a trabajar a Estados Unidos, que lo puedan hacer, pero por la vía legal mediante un acuerdo con el Gobierno estadounidense, es de las cosas que queremos plantear en la reunión”, reveló el mandatario.
Economía depende de la lucha contra covid-19
En el ámbito económico, Biden asume el poder con el renovado acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, vigente y visto desde Washington como una sólida oportunidad para fortalecer las relaciones comerciales.
La economía de México es fuertemente dependiente de EEUU, ya que es su principal socio comercial y país al que van tres cuartas partes de sus exportaciones, y donde 38 millones de mexicanos viven y trabajan, con el consiguiente peso en el flujo de remesas.
Durante la conferencia de prensa, el funcionario aseguró que para que Estados Unidos pueda recuperar de forma total su economía, será necesario abrir las fronteras con México y Canadá, pero no será posible si la pandemia no ha sido controlada en sus regiones.
“Hay un interés fundamental en apoyar los esfuerzos de México de controlar la pandemia. Los dos líderes van a hablar de todo lo relacionado al tema y buscar cómo trabajar de forma más estrecha y así, que México pueda controlar la pandemia”, señaló.
Combate al tráfico de drogas y armas
Cuestionado sobre temas de seguridad nacional y cooperación entre ambos países en temas de extradición, el funcionario señaló durante la conferencia previa que ambos países tendrán que buscar la forma evolucionar su cooperación.
“Nosotros tenemos un acuerdo de extradición entre EEUU y México y eso es algo que es una decisión del Departamento de Justicia y son ellos quienes toman las decisiones sobre a quién extraditar. Vamos a dejar a que tomen esa conversación las fuerzas de seguridad mexicanas y el Departamento de Justicia”.
Dos de los casos emblemáticos a los que se refiere el futuro de esta cooperación en seguridad nacional es el de Emma Coronel, esposa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quien el pasado lunes fue detenida en el aeropuerto Dulles International, acusada por cargos de narcotráfico.
Otro de los temas polémicos sucedió el pasado 15 de octubre, cuando el general y exsecretario de la Defensa Nacional de México Salvador Cienfuegos fue detenido como parte de una investigación de la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), acusado con cargos de delincuencia organizada, lavado de dinero, transporte de drogas y narcotráfico.
Sin embargo, casi un mes después, fue devuelto a México para que sea investigado por las autoridades mexicanas, en un acuerdo bajo el cual Estados Unidos retiró los cargos que había presentado y que habían llegado ya hasta una jueza de Nueva York.
Tras el arresto de Coronel, el presidente mexicano pidió no confundir su caso con el del exsecretario de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos, al asegurar que con el general se demostró que no había pruebas y “fue acusando sin fundamento”. En cambio, dijo que el de Coronel solo depende de las autoridades estadounidenses.
Fuente: Univision.com