Si bien gran parte del terreno al este del río Dnepr incluye campos rurales y bosques, hay varias áreas urbanas importantes que las fuerzas rusas tendrían que tomar o al menos sitiar.
El mejor camino para las tropas rusas sería pasar por alto las áreas urbanas para tomarlas más tarde. Pero ciudades como Járkov, muy cerca de la frontera con Rusia, y con 1,500,000 habitantes, son muy importantes, ya que en ella cruzan carreteras y ferrocariles, por lo que sin Járkov disminuye notablemente la capacidad logística para avanzar por el centro del país hacia el río Dnepr. Con Kiev, la capital, de casi 3 millones de habitantes, pasa algo similar.
Por lo tanto, es posible que en caso de una invasión a Ucrania, Rusia se vea obligada a tomar importantes núcleos urbanos, con el consiguiente desgaste de fuerzas, efectivos y tiempo que ello pueda llevar.

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En el caso de una invasión de Ucrania, Rusia llevará a cabo su operación de armas combinadas más grande desde la Batalla de Berlín en 1945, asegura el CSIS.
Esta histórica movilización implica un verdadero desafío para el mando y control ruso, que tendría que mover a miles de tropas y armamentos pesados a posiciones de ataque de forma adecuada, así como mantener una disciplina durante el ataque para que el gran número de vehículos y soldados que se están moviendo por los caminos existentes, resbaladizos y en malas condiciones, y a menudo de noche, no se conviertan en un verdadero caos.
La coordinación de los propios ataques aéreos y anfibios también sería otro desafío y aunque se pueden lanzar tropas aerotransportadas para tomar puentes cruciales del río Dnepr, tendrían que resistir mientras llegan las fuerzas blindadas por esos caminos cubiertos de nieve o lodo.
En general, la coordinación de una operación de tales proporciones sería un gran desafío.

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Si bien los ataques iniciales estarían bien apoyados con artillería y aviación, a medida que las unidades de combate rusas avancen y vayan gastando sus reservas de municiones, combustible y alimentos, comenzará la prueba de fuego para Rusia para sostener el avance de su fuerza mecanizada masiva cientos de millas hacia el interior de Ucrania.
Kiev, la capital, está a unas 150 millas de la frontera rusa, por lo que su ejército necesitará varios días para llegar a ella y reabastecerse por el camino, así como reemplazar las pérdidas de tropas y material, generando pausas operativas.
De forma general, un despliegue como el que se requeriría para invadir Ucrania representa un reto logístico para Rusia, que tendrá que llevar a cabo una movilización masiva de reservas y podría tomar más tiempo de lo esperado, generando un desgaste y afectando la moral de sus tropas.

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Y por último, pero no menos importante, hay que considerar la moral de las tropas y del pueblo. Si bien puede haber una euforia nacionalista promovida por el Kremlin para incentivar el apoyo a la invasión, el tiempo juega un favor en contra en este sentido, y una invasion a Ucrania no sería corta.
Mientras más dure la guerra y más bajas se produzcan, es más probable que se socave la moral de las tropas y de la sociedad rusa en su conjunto, haciendo más difícil mantener la cohesión en el frente, pero también en la opinión pública rusa. Un ejemplo de ello fue la invasión soviética a Afganistán.
Fuente: Univision.com