Según un censo de 2001, en la región de Donbas vivían unas 6.5 millones de personas. Sin embargo, el conflicto de los últimos años ha implicado el desplazamiento de la población por lo que el conteo actual no puede hacerse con precisión.
De acuerdo con ese estudio, los ucranianos forman el 58% de la población de Luhansk y el 56,9% de Donetsk. Los rusos son la minoría más grande y representan el 39% y el 38,2%, respectivamente. Los residentes de origen ruso se concentran principalmente en los centros urbanos más grandes.
El censo de 2001, el ruso es el idioma principal, hablado por más de 70% de los ciudadanos de la zona. Los hablantes de ruso son más que los rusos étnicos porque ucranianos y otras nacionalidades también indican el ruso como lengua materna.
Es el resultado de la negociación para poner fin a las hostilidades entre los separatistas prorrusos y las fuerzas ucranianas en la región de Donbas.
Son dos acuerdos: Minsk I, firmado en septiembre de 2014 entre Ucrania y los grupos separatistas en la vecina Bielorrusia. Los pactado no se cumplió, por lo que Ucrania y Rusia, promovidas por Francia y Alemania, negociaron Minsk II, de febrero de 2015.
Entre ambos contemplan 13 puntos, entre los que destacan el alto al fuego inmediato, el inició de un diálogo para dotar de autonomía a Donetsk y Lugansk, la salida de las fuerzas extranjeras y mercenarias que operan en la zona y el restablecimiento del control territorial por parte de Ucrania.
Pese a la supervisión europea, los acuerdos no han logrado concretarse. Aunque los combates mayores no se están produciendo, hay constantes escaramuzas cuya frecuencia e intensidad es variable, según el monitoreo que hace la misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
Ambas se culpan mutuamente de que los acuerdos no se están cumpliendo.

Kiev afirma que Moscú no solo alienta, sino que apoya materialmente a los sublevados, quienes reciben apoyo financiero para los gobiernos regionales que han impuesto en las zonas bajo su control. Además, asegura que Rusia les aporta material bélico para sostener a las milicias separatistas.
Mientras Rusia habla de “limpieza étnica” en detrimento de ciudadanos rusos, Ucrania afirma que hay una “rusificación” de la región, con la política de dotar de pasaportes rusos a los habitantes de la zona, que Putin ordenó en 2019 coincidiendo con el triunfo electoral de Zelensky.
Las autoridades ucranianas estiman que más de 720,000 residentes de las áreas controladas por rebeldeshan recibido la ciudadanía rusa, en un procedimiento acelerado que Kiev ve como un intento de afianzar la influencia de Moscú en la región.
En las autoproclamadas repúblicas, el rublo ha sustituido a la hryvnia, la moneda nacional ucraniana. A fines de 2021, Putin ordenó liberar el intercambio comercial entre Rusia y las regiones del conflicto, con lo que estas tienen cada vez menos vínculos con el resto del territorio ucraniano.

Moscú se queja de que Kiev no hay suspendido las operaciones militares en el este ucraniado que, según el Kremlin, intentan un desplazamiento de los rusos etnicos de la región.
El Parlamento ruso adoptó una resolución pidiendo al Kremlin que reconozca oficialmente a Donetsk y Luhansk como naciones independientes con el argumento de “debemos encontrar una solución” ante el hecho de que “el fuego continúa, gente está muriendo”.
Aunque un reconocimiento por parte de Moscú significaría el entierro definitivo de los Acuerdos de Minsk, se entiende que la iniciativa de la Duma busca por ahora efectos propagandísticos. Sin embargo, puede ser parte de la “cobertura política” que estaría buscando Putin para justificar una agresión.
Fuente: Univision.com