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“Putin pagará el precio”: Biden refuerza su retórica contra Rusia buscando el apoyo interno

today03/02/2022 13

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Pocas veces un mensaje anual del presidente dedica tanto tiempo a tenas de política exterior. Pero esta vez, al presidente Biden la crisis en Ucrania le permitió apuntalar la coalción interna para unirse en la lucha por la democracia de la que Washington se ha convertido én lider mundial.

El primer discurso del Estado de la Unión de Joe Biden estuvo marcado por la invasión a Ucrania. Raras veces en un mensaje presidencial anual se le dedica tanto tiempo a asuntos de política exterior. Pero esta vez fue distinto porque se trató de la alocución de un líder en tiempo de guerra.

Si el año pasado Biden estaba en otra guerra, contra el coronavirus, esta vez la pandemia pasó a un segundo plano en el orden del mensaje, para dar preferencia a la situación en Ucrania con una mezcla de alabanzas a la resistencia del pueblo ucraniano y amenazas al presidente ruso Vladimir Putin.

Biden se presentó ante un pleno de la Cámara de Representantes más lleno que el año pasado, cuando el coronavirus limitó la asistencia de congresistas y no permitió que hubiera invitados, pero sin el lleno de congresistas que suele ir a esos eventos. Por ejemplo, en el pasillo de entrada al salón no estaba el número de congresistas que se agolpa para darle la mano al mandatario.

Ya en el podio, por segunda vez flanqueado en un discurso ante una sesión bicameral por dos mujeres (la vicepresidenta, Kamala Harris, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi) Biden empezó hablando de cómo el coronavirus había impedido la asistencia a aquel evento del año pasado, pero inmediatamente se concentró en el tema del momento: la crisis generada por la invasión rusa a la ex república soviética.

Los colores de Ucrania presentes en el discurso del Estado de la Unión

Era un punto inevitable. Desde antes de que el presidente hablara, se podía ver cómo varios congresistas llevaban prendas con los colores azul y amarillo de la bandera de Ucrania. Ya la Casa Blanca había filtrado un endurecimiento de sanciones contra Moscú en la forma de prohibición a los aviones rusos a que usen el espacio aéreo estadounidense, algo que ya hicieron Canadá y otros países europeos.

“La libertad triunfará sobre la tiranía”, la frase con la que el presidente empezó hablando de la crisis ucraniana generó una cerrada ovación de pie de parte del pleno, tanto demócratas como republicanos. Fue la primera de varias que recibiría Biden en los 10 minutos que dedicó al tema.

“A lo largo de nuestra historia hemos aprendido esta lección: cuando los dictadores no pagan el precio de su agresión, provocan más caos. Siguen moviéndose. Y los costos y las amenazas para Estados Unidos y el mundo siguen aumentando”, afirmó Biden.

En un punto, el presidente se dirigió a la embajadora ucraniana en Washington, Oksana Markarova, invitada especial de la primera dama, Jill Biden, quien, notablemente emocionada por el apoyo de la clase política estadounidense a la lucha de su país contra las fuerzas invasoras, levantó el puño en señal de resistencia.

Es notable que Biden no hiciera referencia a la “irresponsabilidad temeraria” como muchos han calificado la orden de Putin de poner en “alerta” a sus fuerzas nucleares. La Casa Blanca ha ignorado las declaraciones del líder ruso porque, consideran los expertos, fue un exceso retórico que no cambia nada en la dinámica militar entre ambas potencias nucleares.

Ucrania como refugio del complicado panorama interno

Era lógico que el presidente quisiera arrancar el evento con el punto en el que puede contar con más apoyos bipartidistas. Por lo general, las crisis que involucran la seguridad nacional quedan fuera del debate político electoral. Aunque las cosas han cambiado en EEUU y hasta esos temas trascendentales de la política exterior se han convertido en campo para el pulso entre facciones.

El cálculo de Biden parece haber sido certero a juzgar por cómo logró convocar el respaldo a la posición que la Casa Blanca ha asumido ante el Kremlin, ratificando el liderazgo que ejerce sobre la coalición de naciones agrupadas en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

“Putin puede rodear Kiev con tanques, pero nunca ganará los corazones y las almas del pueblo ucraniano. Nunca extinguirá su amor por la libertad. Él nunca debilitará la determinación del mundo libre”, dijo el mandatario en su mensaje, en el que, sin embargo, insistió en que no comprometerá tropas estadounidenses para defender Ucrania.

Como ha venido haciendo desde que la crisis con Rusia empezó a agravarse semanas atrás, Biden recordó que se sentirá el impacto dentro de EEUU y lo más directo será en el costo de la gasolina en las estaciones de servicios.

Biden prometió liberar unos 60 millones de barriles de petróleo de la Reserva Estratégica para bajar los precios, aunque, más allá de una declaración de buenas intenciones del presidente y un reconocimiento de que sabe que hay un problema que agobia a los ciudadanos, es poco probable que esa cantidad vaya a tener un efecto en los precios del crudo.

El impacto de la inflación en las elecciones de mitad de período

“Demasiadas familias están luchando para mantenerse al día con las facturas”, dijo Biden en un momento de honestidad que le iba a resultar imposible de esquivar. La presión sobre los precios, producto del desajuste creado por la pandemia, la sienten los estadounidenses, según muestran los sondeos de opinión.

“La inflación les está robando las ganancias que de otro modo podrían tener. Lo entiendo. Es por eso que mi máxima prioridad es tener los precios bajo control”, dijo el presidente e hizo la ‘sugerencia’ al sector empresarial de tratar de mantener sus costos bajos en vez de reducir los sueldos de los estadounidenses.

Que Biden dedicara 10 minutos de los 63 en total que invirtió a hablar de una crisis en el exterior, cuando el panorama en casa luce tan complicado, da idea de que la coyuntura para la paz mundial es grave.

Pero al final, con las elecciones de mitad de período dentro de pocos meses, la suerte de los demócratas en las urnas y el futuro de sus exiguas mayorías en el Congreso puede que no vayan a depender tanto de la lucha por la democracia en tierras lejanas, como de la manera cómo logren vivir en casa.

La inflación puede ser para el presidente y los suyos un enemigo más dañino que el presidente ruso.

Fuente: Univision.com

Written by: Editor

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