El sospechoso, por su parte, les dijo a los policías que su plan era secuestrar a la congresista para hablar con ella. “Si Nancy le decía a DePape la ‘verdad’ él la dejaba ir y si ella ‘mentía’ le iba a romper ‘las rodillas’. DePape estaba seguro de que Nancy no habría dicho la ‘verdad’. En el transcurso de la entrevista, DePape expresó que veía a Nancy como la ‘líder de la manada’ de mentiras contadas por el Partido Demócrata”, señala el documento judicial.
“DePape también explicó más tarde que al romperle las rodillas a Nancy tendría que ser llevada en silla de ruedas al Congreso, lo que mostraría a otros miembros del Congreso que las acciones tenían consecuencias” y reveló que también quería usar a la legisladora para “atraer a otra persona”, cuyo nombre no ha sido revelado.
La negociación en la casa de los Pelosi
No está claro cuánto tiempo estuvo DePape en la residencia de los Pelosi. Al parecer hubo una especie de negociación con el intruso, en la que Pelosi le preguntó “cómo podrían resolver la situación y qué quería hacer”.
El acusado, señala la declaración jurada, le advirtió que lo amarraría para que pudiera dormir en la casa, “porque estaba cansado de haber tenido que llevar una mochila” hasta ese lugar.
Cuando comenzó a sacarse los lazos del bolsillo para sujetar a Pelosi, este se movió hacia otra parte de la casa, pero no pudo escapar. Juntos regresaron al dormitorio más tarde.
El FBI indica que en un momento el esposo de la congresista pudo entrar a un baño de su casa y allí pidió ayuda al 911. Eran las 2:23 de la madrugada. Ocho minutos después llegaron los policías y vieron a los dos hombres forcejeando. DePape sostenía el martillo con una mano y el antebrazo de Pelosi con la otra. Saludó a los uniformados, quienes le preguntaron qué estaba pasando. Este respondió “que todo estaba bien”. De pronto, este “sacó el martillo de la mano de Pelosi y lo golpeó en la cabeza”.
Mientras el marido de la legisladora “parecía estar inconsciente en el suelo”, el atacante fue detenido y le confiscaron de sus bolsillos un teléfono celular y dinero en efectivo. En su mochila tenía un rollo de cinta adhesiva, cuerda blanca, cintas de plástico o bridas, un martillo, guantes y un diario.
Al ser interrogado por los oficiales les dijo que ingresó a la casa por una puerta de vidrio, lo cual fue “una tarea difícil que requirió el uso de un martillo”.
DePape les explicó que no se fue después de la llamada de Paul Pelosi al 911 “porque, al igual que los padres fundadores estadounidenses con los británicos, estaba luchando contra la tiranía sin opción a rendirse”.
Él llevó a Pelosi hasta la puerta principal de la casa para esperar a los policías. Pelosi les abrió y logró arrebatarle el martillo, pero el intruso se lo quitó frente a los policías y le pegó en la cabeza con este.
El sábado, un día después del incidente, policías llegaron a una cochera de una residencia en Richmond, donde el acusado ha vivido desde hace dos años. En el lugar encontraron dos martillos, una espada y un par de guantes, tela, documentos del Departamento de Vehículos de California (DMV), cartas del Servicio de Rentas Internas (IRS) y tarjetas de crédito de Paypal.
Aún no hay fecha para una audiencia de DePape.
Fuente: Univision.com